A pocas horas del final del traslado en procesión extraordinaria del Patrón desde la parroquia de la Sagrada Familia, San José volvía a cumplir con la tradición de acompañar al Santísimo Sacramento en la procesión del Corpus Christi como Patrono de la Ciudad desde hace CCXXV años.

Previamente, asistimos a la solemne función Eucarística presidida por el Arcipreste y concelebrada por el clero local en el primer templo de la Ciudad.

Como es costumbre, en el cortejo josefino se integraron las réplicas de las bulas del Patronazgo de 1800 y la bandera de la Ciudad, hermanos y Junta de Gobierno portando cera, guion de la Hermandad escoltado por varas, monaguillos, cuerpo de acólitos y servidores y, por último, cerrando el tramo de nuestra Esclavitud precedido por las hermandades de Gloria, el paso de San José exornado, como es también costumbre, con flores en tonos rojos, racimos de uvas y espigas en alusión al carácter eucarístico de la Solemnidad.

Para significar el aniversario del Voto y del Patronazgo, la réplica del cuadro del Voto de nuestra Hermandad presidió el altar desde donde el Sr. Arcipreste volvió a impartir la bendición con el Santísimo Sacramento al final de la procesión.