En el año de 1.800, la ciudad de San Fernando (por entonces llamada Real Isla de León) sufrió una epidemia de " fiebres malignas y vómito prieto" que llegó en buques procedentes de Vera-Cruz (Golfo de México) de las Costas de Tierra Firme, de La Habana y de las Antillas de Barlovento. Ya en la travesía algunos murieron y tuvieron que ser arrojado al mar. El Puerto de Cádiz fue el destino de estos buques. Los primeros casos en Cádiz se dieron en el barrio de Santa María y produjeron la desbandada a los pueblos del interior de numerosos gadi-tanos, llevando consigo el contagio. Era el mes de julio de 1.800 y hasta octubre del mismo año murieron en Cádiz 7.377 personas. El célebre médico de la Armada Pedro María González Outón, de San Fernando, que hacía seis años llegó de la célebre expedición de Malaspina y Bustamante como médico de una de las dos corbetas, de la llamada "Atrevida", dijo lo siguiente sobre la epidemia: >>Los que emigraron de Cádiz ante el avance epidemiológico que la torturaba llevaron consigo el contagio involuntariamente a los pueblos circunvecinos que luego entraron en combustión experimentando todos los horrores del mal. No fue una epidemia, sino "como un incendio"<<. Por su parte el médico e historiador isleño Salvador Clavijo dice en su obra que salían de Cádiz por Puertas de Tierra lo mismo montones de cadáveres con destino al cementerio de Extramuros, que supervivientes huyendo del mal. Algunas ciudades cortaron las comunicaciones como Puerto Real, Chiclana de la Frontera, Puerto de Santa María o Jerez de la Frontera, pero en la Real Isla de León << se dio el quebranto a boca de jarro>>, como dicen antiguos historiadores. La Isla recibió de lleno todo el mal.
El 22 de Agosto de 1.800 se reunió en La Isla la Junta de Sanidad Departamental, con médico navales y civiles, que acordaron el aseo inmediato de calles y barriadas, uso de aguas puras mezcladas con vinagre, ventilación, riegos... Pero sobre todo había que impedir la entrada de enfermos, para lo cual ya era tarde. No obstante se cerraron las entradas a la ciudad, tanto por tierra como por mar: Puente de Zuazo, Saporito y Caño de Herrera. Dos médicos recorrían la ciudad día y noches para asistir a las familias afectadas. Se construyó un carromato mortuorio para enterrar a los fallecidos en el cementerio de emergencia que se abrió en el Pago del Pedroso, estableciéndose recorridos alejados del centro para llevar los cadáveres a dicho lugar. Y es que en San Fernando fallecieron por la epidemia más de 4.000 almas. Curiosamente los enfermos eran llevados para su cura al antiguo Hospital de San José, hoy Instituto de San José, donde aún continúa abierta la antigua Capilla del Hospital de nombre San José, gracias a la recuperación de la misma por parte de la joven Cofradía del Cristo de la Sangre y Mª Santísima de los Desamparados que radica allí desde su fundación en 1.983.
Eran tantos los enfermos que también tuvieron que habilitar el hospicio de los Franciscanos, actual Iglesia Castrense de San Francisco de Asís. Para el auxilio de los Sacramentos se habilitó la Capilla del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz y la ya desaparecida Capilla de Ntra. Sra. de la Salud.
El estado en La Isla era angustioso. El historiador Fernando Mósig Pérez afirma que los regidores isleños rogaron a Jesús Nazareno para que frenase la epidemia, sacándolo en procesión votiva. Sin embargo el milagro no llegó. Decidieron entonces acudir al Patriarca Señor San José, venerado por el pueblo desde hacía años y al que se le quería otorgar el título de Patrón de la Villa. De hecho una de las primeras decisiones que tomó el ayuntamiento isleño al independizarse políticamente de Cádiz en 1.766 fue nombrarlo Patrón de La Isla sin el apoyo de la Iglesia, que se negaba a la independencia religiosa de la Isla respecto a Cádiz y obligaba a que los Patronos de la Isla fuesen los de la capital y su Diócesis, es decir Servando y Germán. Como mucho, la Iglesia solo aceptó a San José como Patrón menor o Co-Patrón de la Isla, en el año 1.769. El nombramiento no obstante de 1.766 no fue válido. Sea como fuere, el 15 de septiembre de 1.800 el ayuntamiento acordó pedir la intersección del Sacratísimo San José. Era alcalde de la Villa, D. Juan de Aldama. El 19 de octubre de 1.800 se hizo la petición a San José en una Solemne Función celebrada en la Iglesia Mayor. Y el milagro ansiado llegó.
La epidemia comenzó a retroceder y los regidores entusiasmado decidieron agradecer el milagro instituyendo un juramento o Voto que se llevaría a cabo en la festividad (hoy ya inexistente) de los desposorio de San José y la Virgen, realizándose anualmente en esa fecha (26 de Noviembre) una Solemne Función votiva en honor al Patriarca. De la misma forma el ayuntamiento se comprometía a asistir a la Función del 19 de marzo. Ambas Funciones aún se celebran, si bien al no existir ya la festividad de los desposorios, la del Voto se traslada al domingo más cercano, y desde el año 2.000 ese día San José se expone en besamano y además se celebra un triduo previo. También se colocó una lápida junto al altar del Patriarca con el juramento o voto realizado, y aún continúa allí. Otra de las medidas adoptadas por el ayuntamiento como agradecimiento a San José fue mandar pintar un lienzo en el que aparecía todas las autoridades civiles y religiosas de la época bajo el amparo del Santo. Su autor, Francisco Javier Reidmayer, lo entregó en 1.801 colocándose en el salón de plenos del ayuntamiento el 26 de abril de dicho año. La primera Función del Voto se celebró el 26 de Noviembre de 1.800 tal y como estipuló el ayuntamiento.
Pero todo lo dicho como agradecimiento a San José no fue lo único; el ayuntamiento encontró en el milagro la excusa perfecta para volver a solicitar el nombramiento de San José como Patrón de la Villa, y de conseguirlo, lograría por fin desligarse religiosamente de Cádiz. En 1.800 comenzaron de nuevo los trámites, contándose, esta vez sí, con el apoyo de la Iglesia, atónita ante el poder mediador del Patriarca.
En 1.802 llegaron noticias de la Santa Sede, siendo Papa por entonces Gregorio Bernabé Chiaramonti, conocido en la Santidad como Pío VII, que ocupó la cabeza de la Iglesia desde 1800-1.823, siendo el Pontífice que coronó al Emperador Napoleón Bonaparte y a su esposa Josefina. Un primer Breve Pontificio con fecha de 22 de enero de 1.802 concedía indulgencias plenarias a quien asistiera al ejercicio de la oración de las cuarenta horas en la Iglesia Mayor donde se hallaba el Patriarca. Otro Breve Pontificio del 9 de Febrero de 1.802 concedía de nuevo indulgencias plenarias a quien asistiese a las fiestas Josefinas, que eran las dos Funciones del 19 de Marzo y la del Voto del 26 de Noviembre y a los cultos del Patrocinio de San José sobre la Iglesia Católica. Pero también este Breve concedía el Patronazgo de San José sobre la Real Isla de León, siempre y cuando se venerase a los Santos Servando y Germán como Co-Patronos de la Villa.
El ayuntamiento de esta forma conseguía desligarse religiosamente de Cádiz y la Curia Diocesana gaditana no veía apeados a sus Santos Principales de ningún Patronazgo. En el año 2.002 se cumplieron doscientos años de este hecho histórico.
AÑO | HECHO HISTÓRICO |
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1730 | La Isla de León es incorporada a la Corona por Felipe V. |
1755-1764 | Construcción y fundación de la Iglesia Mayor Parroquial. |
1766 | La Isla se independiza políticamente de Cádiz. |
1766 | El nuevo municipio isleño crea ayuntamiento propio. |
20 de marzo 1766 | El Ayuntamiento (no la Iglesia) nombra a San José como Patrón. |
1769 | La Santa Sede nombra a San José como Patrón menor o Co-Patrón. |
Julio-noviembre 1800 | Epidemia de Fiebre sobre La Isla de León. |
15 de septiembre de 1800 | El ayuntamiento acuerda pedir ayuda a San José. |
19 de octubre de 1800 | El Ayuntamiento realiza una Función a San José. |
Noviembre de 1800 | La epidemia comienza a desaparecer. |
26 de noviembre de 1800 | Primera Función del Voto del Ayuntamiento a San José. |
19 de marzo de 1801 | Función en honor a San José. Asiste el ayuntamiento. |
26 de abril de 1801 | Colocación en el ayuntamiento del Cuadro del Voto de Reidmayer. |
9 de febrero de 1802 | Bula Pontificia nombrando a San José Patrón de La Isla de León |
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