15 de octubre de 2021
"No recuerdo haber pedido cosa alguna a San José y que no me la haya concedido..." Vida, 6.
Con esta rotunda afirmación de la Santa de Ávila, Copatrona de España desde 1812 por las Cortes de Cádiz y Doctora de la Iglesia Universal proclamada por S.S. Pablo VI el 27 de septiembre de 1970, podemos considerarla como una de las más firmes impulsoras de la devoción al Esposo de la Stma. Virgen; a Él encomendó su reforma de la Orden del Carmelo y al Santo Patriarca dedicó también la primera de sus fundaciones en la capital castellanoleonesa.
La Orden de los Carmelitas Descalzos, concretando en la Isla de León y esa devoción renovada a San José como Padre y Educador de Jesús en la tierra, es uno de los pilares indiscutibles que sustentaron y sustentan el Patronazgo josefino de esta tierra.
También en nuestra Iglesia Mayor Parroquial, al menos desde comienzos del siglo XX, por fuentes documentales tanto escritas como fotográficas, se constanta una devoción teresiana junto al Patrón de la Ciudad y Titular de nuestra Esclavitud, canalizada a través de un lienzo de la Santa junto al retablo de San José y, ya por parte de nuestra Esclavitud, con la veneración durante todo el año de una reliquia de la Doctora de la Iglesia a las plantas del Bendito Patriarca, así como en los cultos solemnes que la Hermandad celebra anualmente y los dedicados especialmente en su memoria cada mes de octubre.
Al amparo nuestra Titular Santa Teresa de Jesús está encomendada toda la obra social de nuestra Esclavitud, canalizada a través de la Bolsa de Caridad de la Hermandad.
Y como nuestra Santa y Copatrona era certera en todas sus afirmaciones y expresiones, en estos tiempos cobra más valor si cabe su enseñanza de que "la verdad padece, pero no perece."
Con su ejemplo y con el de San José, modelo de justicia y prudencia, recemos para procurar acercarnos y acercar al prójimo a sus virtudes, así como para la definitiva remisión de la pandemia.
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